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DÍA 26. UTTANASANA - LA PINZA DE PIE.

 

ॐ Día 26: UTTANASANA. LA PINZA DE PIE.

 

Para esta postura tendremos en cuenta las mismas indicaciones que seguimos para hacer la Pinza en el suelo, Paschimottanasana (día 14). Esta es una postura exigente a nivel de la columna vertebral, ya que como explicamos el día 14, al llevar la columna lumbar sobre todo en hiperflexión, estamos empujando el núcleo pulposo de los discos intervertebrales hacia atrás, con el consiguiente riesgo para nuestra columna.

 

La ventaja de esta postura con respecto a la que hicimos anteriormente, radica en que al no estar la pelvis fija (el suelo bloqueaba la pelvis en Paschimottanasana a través del apoyo de los isquiones en el suelo), esta nos ofrece la posibilidad de ir un poco más allá en la flexión, compartiendo el estiramiento entre la parte posterior de las piernas (isquiosurales sobre todo) que tiran de su inserción en los isquiones y la musculatura de la espalda, a través de su inserción en la parte superior de los ilíacos.

 

Uttanasana tonifica la cadena muscular posterior, ejerciendo un estiramiento intenso sobre todo en las piernas y flexibiliza la columna.

 

Estimula los órganos internos, favorece el riego de la sangre a la cabeza, oxigenando las células cerebrales.

 

No se recomienda hacer esta postura en caso de Hernias, protrusiones o cualquier patología de la columna, sobre todo a nivel lumbar. Tampoco si padeces Hipertensión arterial, migrañas o cefaleas. Como hemos dicho en más de una ocasión, aunque no padezcas de ninguna dolencia, si no te sientes a gusto en alguna postura, no la realices, tu salud es lo primero.

 

Buen día y feliz práctica.

 

Om Shanti

 

 

 

ॐ Día 26: Práctica

 

UTTANASANA. LA PINZA DE PIE.

 

Comenzamos en Tadasana, la postura de la montaña (de pie).

 

1- Inspirando llevamos los brazos por los lados del cuerpo dibujando un círculo, hasta llegar con los brazos estirados en prolongación del cuerpo. Estírate hacia arriba, crece, como si quisieras llegar al cielo.

 

2- Espirando flexiona el tronco desde las caderas (articulación coxofemoral, fémur-pelvis), llevando los brazos estirados hacia delante, la cabeza entre ellos, como creciendo con la espalda hacia adelante. No tengas bloqueadas las rodillas.

 

3- Cuando llegues a ese punto en el que ya no puedes seguir plegando el tronco desde las caderas, deja caer los brazos hasta el suelo (si llegas) y flexiona las rodillas todo lo que necesites hasta que el abdomen repose sobre tus muslos.

 

Quédate unas respiraciones en la postura, dejando que tus músculos se acomoden a la misma.

 

4- Inspirando desde el apoyo de tus manos en el suelo elévate estirando la espalda y dirigiendo la vista ligeramente hacia el frente. Estira tus rodillas si puedes.

 

5- Espirando vuelve a flexionar las rodillas y deja caer el tronco sobre los muslos. Si te sientes bien en la postura y no tienes ningún problema para realizarla, también puedes mantener el abdomen ligeramente separado de los muslos. Eso sí, flexiona las rodillas todo lo que necesites.

 

Repite varios ciclos respiratorios del mismo modo: Inspiras creces, Espiras relajas.

 

6- Agárrate cada codo con la mano contraria, deja el tronco y la cabeza sueltos y relajados, las rodillas flexionadas.

 

Déjate sentir unas respiraciones en la postura.

 

7, 8, 9- Si te cuesta llegar al suelo, o si lo prefieres, puedes utilizar una altura en la que apoyar tus manos. De este modo, el estiramiento será más suave y la descarga mayor.

 

Para deshacer: Inspirando, estira los brazos hacia delante, las rodillas flexionadas, y ve enderezándote desde el empuje de los pies contra la tierra, la cabeza en línea con la espalda. Hasta llegar con los brazos estirados en prolongación del cuerpo.

 

Espirando baja los brazos por los lados del cuerpo dibujando un círculo.

 

Buen día y feliz práctica.

 

Sat Nam