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ॐ 21 DE DICIEMBRE: SOLSTICIO MÁGICO

 

SOLSTICIO DE INVIERNO

En el solsticio, el Sol permanece quieto (sol sistere, quedarse quieto), durante varios días la declinación del Sol se mantiene casi inmóvil.

En nuestro hemisferio, marca el día más corto y la noche más larga. Es a partir de la mañana del día siguiente que la energía solar comienza a aumentar paulatinamente hasta llegar a su punto álgido durante la primavera.

A lo largo de los siglos todas las culturas han sabido leer en este día la magia, el poder que comienza a emanar nuevamente del astro que les calienta. Un ciclo termina, para dar paso a otro nuevo. El Sol llega a su punto más alto en el cielo, y se coloca justo en el centro de la vía láctea, de nuestra galaxia.

El solsticio de Invierno simboliza la muerte y el renacimiento representados en los ciclos de la naturaleza que nos rodea y de la que nosotros también formamos parte, aunque a veces pareciera que queremos olvidarlo; El momento en que el Sol empieza a recuperar todo su esplendor después de un largo letargo. Venimos de una época en la que algo dentro de nosotros, nos pedía que nos recogiéramos hacia ese interior, hacia ese lugar de paz y recogimiento que hay en cada uno de nosotros, y ahora es el momento de renacer, de comenzar a abrirnos a la luz, a la vida y a todo lo nuevo que está por venir.

Para los aztecas, esta fecha era el momento de celebrar el nacimiento del dios del Sol “Huitzilopochtli”.

Para los celtas, Yule es el momento en el que el sol renace después de su muerte en Samhaim (1 de noviembre). Es el momento de mayor oscuridad, antes de que la luz regrese.

 

Puedes aprovechar para meditar en la oscuridad y en la esperanza. El invierno es un tiempo de espera en el que podemos aprovechar para descubrirnos y autoobservarnos, confiando en que la vida que duerme bajo la tierra, bajo las capas de oscuridad que a veces ponemos sobre la luz que somos, renacerá encontrando una vez más su máximo esplendor. Es tal vez el momento para hacer balance de lo que aconteció en el ciclo que culmina, y para el renacer espiritual en el ciclo que comienza. Puedes escribir en un trozo de papel todas aquellas cosas que ya han llegado a su fin, que ya cumplieron con su cometido. Cualquier dolor, cualquier herida o preocupación encuentra hoy el momento perfecto para marchar, para disolverse y quedar atrás. Te despides de ellas, les das las gracias por el aprendizaje que supusieron, porque de un modo u otro tuvieron una función en tu vida, en tu proceso. Pero ya es el momento de que las liberes.

Una vez tengas tu papel escrito, puedes visualizar como el Sol que comenzará a crecer en esta nueva estación, en este nuevo ciclo, purifica y libera todas las cosas que hay contenidas en él. Puedes quemarlo, pero si lo haces recuerda hacerlo de manera segura.

Sigues en actitud meditativa, y una vez has visualizado como te liberabas de la energía vieja, te das cuenta del espacio, de la vacuidad que hay en ti, en tu vida. Sientes como el amor, la paz y la felicidad inundan cada poro de tu piel, cada célula de tu cuerpo impregnada de esta luz naciente, todo tu ser manifestándose en cada cosa que te rodea, esperando a que esta nueva energía reviva con más fuerza si cabe, cual Ave Fénix que resurge de sus cenizas.

Y cuando te sientas preparada para volver, puedes ir haciendo un par de respiraciones más amplias, más conscientes, conectando una vez más con el momento presente, con el aquí y el ahora. Consciente y segura de que eres el jardín que crece en ti y de que ese jardín dispone de toda la energía que fluye a través de ti y de todo lo que te rodea, para manifestar todo el esplendor del que eres capaz en estos momentos.

 

Este es verdaderamente un día mágico por la cantidad ingente de poder que hay contenido a nuestro alrededor, ya que toda la energía del ciclo anterior muere para renacer en aras de aquello que está por venir.

En las profundidades del invierno descubrí que había,

dentro de mí, un verano invencible

Albert Camus.

Buen día y feliz Solsticio.

Sat Nam