Qué puedo decir de la gran experiencia que supone poder asistir a un taller guiado por Pierre Losa. Desde que tuve la suerte de asistir a un taller con Ángel García y Sonia Miranda, mi interés por la figura de Pierre no había ido más que en aumento: el cariño y la pasión con la que describen a este y su trabajo, no puede por más que calar en ti.
Y es que no hay palabras para describir la sutileza de las sensaciones despertadas a lo largo de la práctica, en la que exploramos los circuitos de energía y sensibilizamos el ambiente frontal entre otras cosas. Pero lo más importante, es que con pequeñas torsiones, ligeros cierres y extensiones, todo siempre desde el respeto al cuerpo y la más centrada atención a este, conseguimos llegar a un estado de completa conexión con nosotras mismas, de unión con la energía que hay en nosotras y que nos rodea. Sin duda, hubo algo mágico en el ambiente.
Resulta difícil de describir, pero cuando veo a alguien de la edad de Pierre, la dicha que transmite su sola presencia, como se ríe hasta de su sombra, la sencillez de sus enseñanzas y el trato afable y cercano con el que trata a todo el mundo, no puedo por más que pensar que este es el camino, que aquello por lo que cada día trabajo está más cerca de esto, que el yoga para mi, cada día tengo más claro que es esta unión no solo conmigo misma, sino con todo y todos los que me rodean. Y que la dicha – Ananda – y la alegría están en cada rincón, en cada luz y en cada sombra, solo hay que mirar con lo ojos del amor para poder verla. Y Pierre transmite ese amor, tiene esa luz en la mirada y te ayuda a conectar con ellos, con la luz y el amor que ya hay en ti.
¿Pero sabéis que es lo que hacen únicos estos encuentros? La calidad humana que hay en ellos. Haber asistido a este taller con la que en poco tiempo se ha convertido en una gran amiga: Patricia, gracias por estar ahí, transitar por esta vida resulta mucho más agradable con gente como tú cerca.
Que conste que nos lió Kandi, que aunque al final no ha podido asistir, ha estado en todo momento con nosotras, Kandi te queremos un montón, nuestra energía está conectada, no lo dudes.
Y llegar al taller y encontrarnos con Ángel, Sonia y Goñi, que han venido desde Asturias, porque estas ocasiones son únicas y no se la querían perder. Que gran placer haber vuelto a coincidir con Almas tan bellas como las vuestras.
También acudieron a la cita como no podía ser de otro modo, otras Almas bellas como Iasmina, André y Oscar, que han formado y forman parte de esta andadura en la que me embarqué hace ya tres años. Con vosotros la vida es más bonita, gracias.
Y como el aprendizaje es continúo y no tiene fin, nos fuimos a comer y el universo nos envió otra pieza del rompecabezas que es esta vida y que en este caso se llama Ana, un Alma santanderina que nos deleitó con su gran saber y buena voluntad.
Me gustaría compartir con vosotras Almas tan bellas como las de este relato, una frase que dijo Pierre al comienzo del taller: “El Yoga está por encima de todas las escuelas” y es que no puedo estar más de acuerdo con esta afirmación, el yoga va más allá de egos, de maestros, de escuelas, de nosotros, más allá del tiempo… Yoga simplemente Es. So Ham
Buen día y feliz práctica.
ॐ Sat Nam ॐ