Seguimos con los Por qué... y es que la vida parece ser en ocasiones un continuo Por qué.
Pues en primer lugar, porque es donde la vida ha tenido a bien llevarnos. Y aunque las miras están en el sur, donde el clima es ligeramente algo más templado que en Vitoria y el astro Rey tiene a bien visitarnos algo más a menudo, de momento, este es el sitio en el que nos encontramos y donde estamos empezando a compartir los conocimientos que vamos adquiriendo poco a poco, con mucho trabajo, con mucha dedicación y con mucho amor por lo que hacemos en cada momento.
En casa,
porque cada uno de nosotros tiene unas características particulares,
porque no siempre nos viene bien adaptarnos a los horarios de un centro,
porque no siempre nos apetece compartir nuestra situación con un grupo,
o simplemente porque nos apetece,
porque nos resulta más cómodo para empezar a nuestro propio ritmo o para poder seguir avanzando al compás de nuestro cuerpo y de nuestra mente, sin tener que adaptarnos al nivel de una sesión grupal.