Porque gracias a ellos comencé a vislumbrar una parte del yoga que ni siquiera sabía que existiera, porque yo creía que el yoga era algo físico, algo que hacer durante la hora y media que dura la sesión y que luego volvías a seguir haciendo de tu vida lo que buenamente podías.

    Porque con ellos aprendí a ver esa parte tan olvidada del yoga en la que reside su esencia.

    Porque gracias a ellos, esta aventura comenzó a tener sentido; porque ahora sé que el camino del autodescubrimiento no tiene fin, que sabes cuando empiezas, pero no cuando acabas. Que este camino, lo tienes que hacer tú, que nadie lo puede hacer por ti.

    Gracias. Sat Nam.

Porque con ella aprendí a sentir la anatomía, a sentirme a mi, porque su forma de compartir y de transmitir no es pedagógica, es mágica.

    Porque para integrar, hay que entender y para entender no hay nada como sentir.

    He de decir que yo ya era una apasionada de la anatomía, pero gracias a Nuria la anatomía adquirió una dimensión distinta, una forma de ver y sentir mi columna distinta a lo que había sido hasta el momento.

    Gracias. Namaste.

   Porque gracias a él he sentido la vibración, esa vibración de la que todo parte, y de la que todos formamos parte. Ese sonido universal que siempre ha estado ahí, aunque a veces no seamos capaces de percibirlo con los sentidos o con la mente.

   Porque él me ha mostrado una parte del yoga, del Naad Yoga (yoga del sonido) que no había visto hasta ese momento. Una parte divertida, entretenida y rápida para conectar con esa esencia de la que venimos hablando, con el Ser.

Gracias. Sat Nam.

   Increíble el Taller de Anusara yoga, donde exploramos los principios universales de alineamiento de las asanas con la espectacular guía de Susana García Blanco.
   Tuvimos la oportunidad de explorar nuestras capacidades en algunas asanas un poco exigentes y aprendimos también cómo hacerlas también con ayudas.

   Gracias también a Pilar Barroso, por la dedicación de toda una vida al servicio del yoga, por mostrarnos con su ejemplo que es una vida así es posible, que se puede vivir con conciencia y con plenitud haciendo lo que te vibra y compartiéndolo con los demás.

   Gracias. Sat Nam.

Hace apenas un año que escribí este texto y la vida me ha brindado el regalo de poder hacer la Inmersión de Anusara Yoga con Susana García Blanco. Y es que cuando las cosas se hacen desde lo más profundo de nosotros, desde la más absoluta entrega a la kula, la comunidad del corazón; sabiendo que todo es una única absoluta consciencia suprema, no es posible otro resultado que no sea el de la magia.

Magia, cual juego divino, que ha hecho posible que este encuentro sea una manifestación más de la Shakti, la energía divina dando forma a la danza del corazón, la danza de los distintos sabores de la existencia.

Om Namah Shivaya

        Y como no, agradecer a la gran artífice de este gran regalo que ha sido poder realizar la inmersión de Anusara Yoga con Susana en el País Vasco, más concreto en Oiartzun, en el centro Surya Yoga. porque hay pequeños milagros que no serían posibles a no ser que personas como Pilar pusieran todo su empeño y dedicación en ello.

         Gracias. Sat Nam.

    Y como describir lo indescriptible...

   Y es que no hay palabras con las que se pueda describir lo que esté hombre es capaz de transmitir con su sola presencia.
   No digamos ya, cuando todo ese saber que está contenido en su interior comienza a derramarse sobre nosotros, grandes privilegiados que han tenido la enorme suerte de estar "presentes" en este seminario tan especial.
   Y es que hay pocas personas que atesoren semejante cantidad de conocimiento y que a la vez sean capaces de transmitirlo de una forma tan sencilla y halagüeña.
Gracias. Namaste

   Porque hace ya algunos años, con ella comenzó todo, porque gracias al trabajo de profesionales como ella, es posible aprender a amar y a valorar lo que hacemos en la vida.

   Con ella comenzamos a navegar en las insondables aguas de la anatomía, sin saber por aquel entonces a dónde nos conduciría este camino.

   Aprendimos, que con el masaje no sólo se accede al cuerpo de la persona que se pone en tus manos, a respetar esa entrega, esa confianza depositada en nosotros y a agradecerla.

    Gracias. Namaste.

   Porque cuando crees que sabes algo de anatomía, comienzas a estudiar osteopatía y te das cuenta de que no sabías nada.

   Porque es importante encontrar profesores como Israel, que a pesar de su juventud, atesora en su haber una cantidad de conocimientos incalculable.

   Porque fue capaz de aunar en sus clases, técnicas de siempre como la acupuntura, la medicina tradicional china, la kinesiología... con técnicas más actuales como  la osteopatía, la bioneuroemoción, el vendaje neuromuscular  (Kinesiotape) y otras muchas.

   Porque gracias a la osteopatía cosas que no entendías comienzan a cobrar sentido.

   Gracias. Namaste.

NO TIRES LA TOALLA, SIGUE TRABAJANDO

Porque todavía queda gente capaz de transmitir una ingente cantidad de información contrastada científicamente aportando datos, fechas, nombres…

    Porque es posible hacerlo sin filtros, sin adornar la realidad. Porque en una sociedad convulsa donde prima el querer hacer negocio frente a la integridad, en un sector tan al alza como puede ser la espiritualidad en nuestros días; todavía queda gente como él, sincera, entregada al yoga y a la realización del Ser sin ambages, poniendo el corazón y el intelecto, la ciencia y la conciencia al servicio de esta milenaria ciencia que es el yoga; una filosofía de vida.

       Gracias por mostrarme la sencillez del movimiento hecho poesía, por enseñarme a poner conciencia a la conciencia, porque en lo que hacen hay belleza y armonía y en esta vida hacen falta más sembradores de belleza y armonía.

Por la sencillez con la que nos han trasmitido una parte de su esencia, por compartir el trabajo de toda una vida, una parte de ese gran bagaje, de una forma tan admirable, con esas pequeñas perlas de sabiduría distribuidas estratégicamente a lo largo de las horas que hemos pasado juntos.

Comparto con vosotras, con vosotros, una de las que a mí más me ha llegado, esperando que os resuene tanto como a mí:

“Yoga es respirar y Sonreír”

Gracias ॐ Sat Nam ॐ

     De la mano de Ángel y de Sonia, conocería no mucho tiempo después al gran maestro del yoga de la energía: Pierre Losa, el máximo exponente de este tipo de yoga en nuestros días.

    Fue una experiencia en extremo sutil que me hizo conectar con esa maravillosa sensación del que se siente un ser energético en estado puro. la energía en el ambiente comenzó a vislumbrarse de modo tímido para poco a poco sorprendernos con su presencia impregnado cada célula de nuestro ser y a nuestro alrededor.

    Me considero una privilegiada por haber podido disfrutar de la mano de Pierre tamaña experiencia.

     Gracias. Namaste.

     Fue toda una delicia viajar al periné, a nuestro suelo pélvico acompañadas de Angels. Una mujer que vive cada uno de los movimientos que expresa en su danza desde lo más profundo de ese centro energético que todas llevamos en nuestras entrañas.

      Una apasionada de la mujer, del cuerpo de la mujer y dedicada a acompañar a quien se acerque hasta ella en ese camino del autodescubrimiento del cuerpo femenino que no en pocas ocasiones resulta difícil de transitar.

      Un trabajo sumamente importante y cada vez más, pues cada día se hace más imperioso el que conectemos con nuestro sagrado femenino y recuperemos el poder sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra maternidad y sobre nosotras mismas en definitiva.

      Otra mujer que te deja muda, que te lleva a la experiencia desnuda del ser.

    En el valle de Carranza en medio de un paraje de belleza y tranquilidad indescriptibles tuvimos la oportunidad de viajar a través de este legado en el tiempo que es el Yoga de Catchemira.

   Según la tradición del Shivaismo de Cachemira, el descubrimiento sensorial en los momentos de tranquilidad, de meditación, hace presentarse al cuerpo totalmente, como lo que es. Esta exploración del cuerpo y de la mente se presenta en una sensibilidad despierta; no es una exploración con el fin de acumular, sino verdaderamente un estado de admiración. 

  Porque en un rinconcito del VALLE DE ATXONDO, en EL REINO DEL SILENCIO, se esconde un precioso lugar, rodeado de encanto y dotado de una belleza inigualable. Y con una sala de yoga que haría las delicias de más de un centro, con su fuego bajo y sus incomparables vistas.
  Por eso, cada vez que podemos nos escapamos hasta allí a practicar en compañía de Amaya Vicandi que es quien regenta la casa rural Imitte.
Gracias. Namaste.

   Porque me fui a un retiro de meditación en busca del Ser y acabe encontrando un grupo de personas/Almas/Seres con un corazón tremendo, que irradian su esencia, su cariño y su saber estar más allá de aquellas cabañas.

   Fue una experiencia inolvidable, donde cada una dio todo lo mejor de sí misma, donde cada uno de nosotros se llevó un poquito de cada uno de los que formamos parte de aquel encuentro del Almas/Seres.

   Gracias a todos:

Isabel (Madrid), Daniel (Argentina, Madrid), Mª Ángeles (León), Rosa (Sevilla), Miriam (Madrid), José Luis (Argentina, Las Palmas), María (Madrid Rubia Cabaña), María (Madrid Morena), Teresa (Zumárraga, Cabaña), María (Yecla, Murcia, Cabaña), Elsa (Las Palmas), Esther (Londres), María (Oviedo), Paqui (Albacete, Madrid), Sira (Santander), Mª Carmen (Albacete), Raquel (Olivenza), Bea (A Coruña), Vicente (Alicante), Eva (Zamora), David (Madrid), Mari Paz (Madrid).

 Creo que no me he dejado a nadie, si lo he hecho, que me perdone (y me avise, para añadirle). Bueno, yo también estaba: Mirian (Durango).