Ayer te hablaba de la energía de Kali que tenemos en estos momentos tan presente a nuestro alrededor. Al final del artículo te ponía un mantra (aquel con el que yo me siento más cómoda y uso más habitualmente). Hoy me encontraba un post maravillo de Quim Altes en Facebook con otro mantra dedicado a la diosa Kali (Om mata Om mata Om mata Kali Durge Namah)
También te decía ayer, que los mantras tienen un poder que va más allá del que podemos imaginar en un principio, no cualquier mantra se puede cantar por decirlo de alguna manera “a la ligera”.
Casi pareciera que los mantra son algo ajeno al yoga, pues aparte del Om, no son muchos los centros en los que se dedique una parte de la práctica al canto de mantras. Por eso este post; para tratar de devolverles un poquito el lugar que se merecen.
Según el mantra vidya, la teoría primordial de la ciencia del sonido sagrado, el universo se encuentra en un estado de vibración conocido como spanda*.
Uno de los significados dela palabra mantra es: aquello que salva la mente de sí misma*.
Un mantra es una fórmula sagrada, un sonido que confiere poder a la mente o que recibe poder de la mente. Es un vehículo de transformación meditativa del cuerpo-mente humano*. De ahí que se haga tanto hincapié en el poder de la palabra, y en el poder de creación que tenemos a través de la mente y de la palabra.
Hay varios tipos de mantras (védicos, tántricos), distintas formas de recitar mantras (en voz alta, susurrando, en silencio, en Japa), diferentes objetivos a la hora de cantar mantra. Y con objetivos me refiero a que no utilizamos un solo mantra para todo, sino que en función de aquello que vayamos hacer, utilizaremos uno u otro. De alguna forma es como la ropa que te pones, no te pones lo mismo para meterte a la cama que para ir a trabajar o ir al monte a dar un paseo, pues con los mantras ocurriría algo parecido.
Hay mantras dulces, de néctar los llama Susana García Blanco, y me encanta este nombre, porque realmente después de recitarlos sientes una dulzura en el corazón que te hace sentirte conectada al universo entero.
Hay mantras intensos, yo diría que hasta agresivos, estos van mucho con mi forma de ser, me conectan un montón, pero tengo que reconocer que después se genera a mí alrededor y en mi vida una energía de disolución que no es la habitual. Estos podrían ser mantras de Kali o de Shiva Nataraja por ejemplo.
Hay mantras que te sirven para meditar. Otros para eliminar obstáculos, o como decía esta mañana Susana: en el Tantra Ganesha es quien coloca los obstáculos en nuestro camino, para ayudarnos a continuar evolucionando. Tenemos los Mahabakyas y otras fórmulas más cortas, más sencillas de recitar pero que además de como Mantra te pueden servir como contemplación. Y así, cualquier ocasión o situación en la que te encuentres, seguro que hay un mantra que te puede ayudar a transitar ese momento.
Y cómo no, no podemos hablar de sonido y no traer a colación la presencia de una diosa. Esta vez una diosa poco conocida, y sin embargo muy antigua, del periodo védico. Tal vez sea por eso que es poco conocida, ya que de alguna forma vamos dejando atrás en el tiempo aquello que no nos sirve. Sin embargo para mi es importante la presencia de esta diosa y de otras diosas olvidadas por la historia, ya que de alguna forma, cada una de las representaciones divinas representan uno de los aspectos de las mujeres, y creo que es importante que todos y cada uno de estos aspectos tengan su lugar, su espacio y su permanencia en el tiempo.
Esta diosa es Vac, la diosa del sonido, de la voz, “la madre de los Vedas”.
Esta diosa hindú también llamada la de las mil formas, fue en un tiempo diosa del trueno. Es la diosa del mundo, del lenguaje y del habla, tanto divina como humana.
En los vedas también se refieren a ella como la Melodiosa Vaca de las 4 ubres, cuya leche lo sustenta todo: ubres que se consideran los cuatro cuartos de la existencia que darían lugar a los puntos cardinales y a las 4 estaciones del año.
Vac es ella misma la fuerza del sonido y de la vibración, y su mágico poder creador, fue el que creó el mundo. Puesto que todo en el universo es vibración, está en continua pulsación, Spanda, la naturaleza de la diosa Vac, alberga la matriz vibratoria de todas las formas que se hacen manifiestas.
Decir que en el periodo post védico, Vac fue asimilada a Sarasvati, y que de algún modo encontraron la forma de hacernos llegar la esencia de esta diosa Védica hasta nuestros días.
Y tal vez te apetezca acompañarte del poder de la diosa Vac en tu próxima meditación, y añadir la siguiente contemplación a lo largo de estos días en los que algunos disponemos de un poquito más de tiempo de lo que suele ser habitual:
“Reconozco, que la frecuencia del sonido
subyace al mundo de la forma,
de modo que elijo crear sonidos
de armonía y no de discordia.”
Y por qué hoy esta contemplación: porque de algún modo es fácil emitir juicios, opiniones y decir aquello que nos viene a la boca sin procesarlo tan solo un poquito.
Seamos conscientes de que aquello que se materializa a nuestro alrededor y en nuestro interior, tal vez sea algo que hemos creado nosotros mismos, no digo que de forma consciente, pero sí que es nuestra responsabilidad lo que pensamos, lo que decimos, lo que emitimos hacia fuera y hacia dentro.
Spanda es la pulsación presente en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos, es la pulsación inherente que existe en lo absoluto y que hace que lo absoluto tenga la necesidad de expandirse, de no quedarse ahí.
Feliz práctica y feliz canto!
Que el universo entero resuene contigo ॐ
A continuación te pongo el link de alguna página que puede ser de tu interés y en la que puedes encontrar más información al respecto:
http://www.elportaldelaindia.com/El_Portal_de_la_India_Antigua/Dioses_Vedicos.html
https://sanandotuorigen.com/2019/06/06/vach/
* La tradición del yoga. Historia, filosofía y práctica. Georg Feuerstein.