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ॐ VIRABHADRA: LA HISTORIA DETRÁS DEL HÉROE

Muchas de las asanas que practicamos, tienen su origen en figuras mitológicas de la India. Algunas de estas historias reflejan los más profundos anhelos, obstáculos e intenciones de los seres humanos. Por lo que algunas historias nos pueden inspirar para plasmar lo extraordinario de algunos de estos seres en nuestra práctica.

 

El origen de las posturas de los guerreros viene de la obra Kumara Sambhava (el nacimiento del señor de la guerra) del poeta Kalidasa. Un antiguo cuento mitológico de amor, apego, orgullo, venganza, violencia, compasión, tristeza y trasformación sobre el dios Shiva.

 

Lord Shiva, el destructor, es considerado el dios más poderoso de todo el pabellón hindú.

        La leyenda cuenta que Virabhadra surgió del sufrimiento de Shiva tras conocer la muerte de su esposa Sati, quien después de ser humillada y faltada al respeto por su propio padre, reunió todas sus fuerzas hasta conseguir que su cuerpo estallara en llamas.

Cuando Shiva se enteró de la muerte de Sati, se sumió en una profunda tristeza, que en seguida se transformó en una feroz ira. Se arrancó un mechón de su enmarañado cabello arrojándolo con toda su fuerza contra el suelo, y de ahí, dio forma al más terrible de los guerreros: Virabhadra, para matar a Daksha y así vengar la muerte de Sati.

 

  • Virabhadrasana I. virabhadra aparece en el lugar donde encontrará a Daksha, emergiendo de la tierra con una espada en cada mano.

  • Virabhadrasana II. En su 2º aspecto, Virabhadra se mantiene equilibrado en su centro, observa a Daksha y establece su blanco.

  • Virabhadrasana III. En la 3ª representación, Virabhadra se mueve con sutileza, junta ambas espadas al frente y decapita a Daksha.

 

Pero Virabhadra no es un simple guerrero sediento de lucha y venganza. Al igual que Shiva, ambos destruyen para crear. Su verdadero enemigo es el ego, entendiendo como ego como aquellos obstáculos que no permiten seguir caminando en el sendero de la espiritualidad. Virabhadra nos ayuda a recordar que somos simples humanos en evolución continua.

 

Tras esta venganza, Shiva reintegra de nuevo a Virabhadra como parte de sí. Su furia se ha calmado, pero aparece el arrepentimiento por los daños de su sangrienta acción. Cuando Shiva encuentra el cuerpo sin cabeza de Daksha, el dolor que siente se convierte en compasión y colocándole una cabeza de cabra le devuelve a la vida.

 

Al practicar alguna de estas versiones, cultivamos la mente de Virabhadra, la mente del guerrero, de la guerrera, que tiene una visión de 360º. El guerrero que está preparado para la lucha, controla todo a su alrededor, con su atención permanente, no solo en lo que está delante de él, sino también en lo que sucede en la periferia.

 

Con su mirada interna y externa no solo ve el horizonte, sino que también siente y percibe de reojo lo que sucede en todo su contorno.

 

En el asana, postura de yoga, nuestra atención no solo debe estar en lo que vemos con los ojos de la cara, como el brazo y la pierna delanteros, sino también en lo que sucede en la parte de atrás y expandirse en todas direcciones.

 

Virabhadra nos enseña a mantener el equilibrio y la estabilidad interna y externamente en las condiciones más adversas.

 

Si podemos imaginarnos como un guerrero valiente destinado a cumplir nuestra misión, quizá descubramos una nueva forma de expresar nuestra fortaleza interna en el asana, además de la fuerza y determinación necesarias ante las vicisitudes de la vida.

 

El padre de Sati, Daksha, no aprobaba el matrimonio de esta con Shiva. Por lo que convocó una fiesta a la que no invitó a ninguno de ellos. Sati asistió a la fiesta y su padre la ridiculizó y se rio de ella por haber elegido como marido a Shiva.

 

Sati en lugar de reaccionar hizo una resolución interna para disolver todos los lazos familiares con su padre. Se sentó en postura de meditación en la tierra, entró en trance meditativo, viajó a las profundidades de su interior y comenzó a aumentar su fuego interno hasta que estalló en llamas.

 

Daksha (la mente egoíca) siempre se cree por encima del espíritu (Shiva), pero al final por mucho que hagamos en contra de nuestra esencia, de nuestro origen, acabamos reconociendo nuestros errores y nos unimos a nuestro Ser (pero con cabeza de cabra, para no ignorar la locura del mundo dual).

 

      Virabhadra representa la fuerza del amor de Shiva. Shiva es la conciencia inseparable de su esposa Sati o Shakti, la energía creadora que da luz al mundo.

 

 

 

     Con esta práctica decapitamos no al ego, como se dice habitualmente, sino a todos aquellos obstáculos que nos impiden acercarnos al patrón óptimo en el día de hoy y que nos impide reconocer nuestra verdadera naturaleza divina.

 

 

 

Conectamos con nuestra respiración, con nuestro interior, nos dejamos sentir. Y descansamos.

 

 

 

A continuación te pongo el link de alguna página que puede ser de tu interés y en la que puedes encontrar más información al respecto:

 

https://www.milenio.com/deportes/virabhadrasana-cortando-el-ego

 

https://biocentroshantala.es/la-serie-del-guerrero-virabhadrasana-i/

 

https://satkarayogastudio.com/472/