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ॐ ATRAVESANDO EL OCÉANO DE LA IGNORANCIA

 

Hanuman va en busca de Sita a la isla de Lanka

 

En esta primera historia, te cuento que cuando Sita fue secuestrada por el demonio Ravana, será Hanuman; aquel que posee todos los siddhis (poderes yóguicos) quien deba despertar su poder interior para atravesar el océano de la ignorancia que separa a Rama, el príncipe de Ayodhya de su amada Sita.

 

 

El ramayana es un libro maravilloso que contiene la esencia de los Vedas y de todas las escrituras sagradas. Es un océano del néctar de la inmortalidad.

 

El ramayana es una de las dos grandes epopeyas indias, que cuenta la historia de Rama, príncipe de Ayodhia. La consorte de Rama era Sita y esta fue raptada por el demonio Ravana.

 

Rama se volvió loco buscando a Sita, hasta que por fin alguien le informó de que había sido raptada y llevada a la isla de Lanka.

 

Durante esta búsqueda Rama y su hermano Lakshmana se hicieron amigos de los vanara, una raza de hombres mono, por lo que entre estos decidieron cuál de ellos sería el que atravesara el océano hasta llegar a la isla en la que se encontraba Sita secuestrada.

 

Al parecer ninguno de los monos era lo suficientemente fuerte para poder atravesar el océano y luego volver. Entre estos monos estaba Hanuman, silencioso. Jambavan otro de los vanara le dijo a Hanuman, “Oh Hanuman, ¿por qué estás sentado en silencio siendo que tenemos una gran tarea por delante? Muestra tu fuerza hoy. Eres igual al viento en fuerza. Has nacido para llevar a cabo la misión de Shri Rama. ¿Quién puede describir tu poder y tu grandeza? Levántate. Haz este gran servicio a Shri Rama. Sálvanos. Eres un héroe de firme resolución”. Entonces Hanuman se levantó lleno de fuerza y se dispuso a realizar semejante hazaña, pues una vez más le habían recordado sus poderes.

 

Comienza aquí el Sundara kanda, el libro de la belleza del Ramayana, donde Hanuman saltó y voló sobre el océano a la velocidad del viento.

 

Los dioses querían comprobar si Hanuman tenía la fuerza necesaria como para entrar en Lanka. Entonces, enviaron a la madre de las serpientes llamada Surasa para que pusiera obstáculos en su camino. Ella se puso delante de Hanuman y le dijo, “Tú serás mi comida. Estoy hambrienta. Ven, entra en mi boca rápidamente”.

 

Hanuman respondió, “Oh madre, por orden de Shri Rama, ahora voy a ver a Sita. Encontraré a Sita y le informaré a Shri Rama cómo está. Luego, entraré en tu boca. Ahora, déjame pasar”.

 

Surasa dijo, “Estoy muy hambrienta ahora. Ve después de entrar en mi boca. De otro modo, te comeré”. Hanuman dijo, “Rápido, abre tu boca. Entraré en tu boca y me iré. Estoy muy apurado”.

 

Hanuman extendió su cuerpo a una Yojana y se paró ante ella. Surasa abrió la boca a cinco Yojanas. Entonces, Hanuman extendió su cuerpo a diez Yojanas. Surasa agrandó su boca a veinte Yojanas. Cuando Hanuman extendió su cuerpo a treinta Yojanas, Surasa agrandó su boca a cincuenta. Entonces,Hanuman se hizo pequeño como un pulgar, entró en la boca y salió. Surasa dijo, “Ve y haz el trabajo de Shri Rama”.

 

La montaña Mainaka emergió de las aguas por orden del océano y le dijo a Hanuman, “Oh gran mono, yo soy la montaña Mainaka. El océano me ha ordenado que te dé descanso. Ven, siéntate y goza de las frutas deliciosas”.

 

Hanuman dijo, “No puedo comer nada ni descansar ahora. Voy por la misión de Shri Rama. Debo seguir rápidamente”. Entonces, tocó la cima de la colina con su mano y retomó su vuelo a gran velocidad.

 

A corta distancia de allí, una Rakshasi llamada Simhika, que solía capturar sombras, capturó la sombra de Hanuman. Éste miró hacia abajo. Cayó en el agua y la mató con su pie.

 

Después de cruzar el océano, Hanuman vio la ciudad de Lanka situada en la cima del monte Trikuta, llena de árboles frutales de todas clases. Estaba rodeada de murallas y zanjas por todas partes.

 

Recorrió la ciudad en busca de Sita y la encontró en un jardín de Ashokas debajo de uno de los árboles demacrada y con la ropa sucia, durmiendo sobre la tierra y repitiendo incesantemente el nombre de Rama.

 

Hanuman se presenta ante Sita y le cuenta que viene de parte de Rama, pero Sita decide no ir con Hanuman por honor a su esposo y se queda esperando a que Hanuman regrese junto a Rama y este junto con su ejército pueda por fin ir a rescatarla.

 

De esta historia podemos extraer varios aprendizajes:

El yoga como vía para explorar el territorio en el que habita nuestra luz interior y poder llegar hasta ella.

 

Los obstáculos que Hanuman se va encontrando nos enseñan que en nuestro camino espiritual habremos se superar grandes retos antes de continuar nuestro camino.

 

El primer obstáculo es el gran salto del océano de la ignorancia. A medida que avanzamos en nuestro camino vamos adquiriendo las herramientas y la sabiduría necesarias para seguir avanzando.

 

Mainaka, la montaña oculta nos recuerda la tentación de pararnos a descansar, de tomarnos un respiro en nuestro camino.

 

Surasa la gran serpiente llena de sabor, de esencia, nos recuerda la humildad, que a veces tenemos que hacernos pequeños para poder ver las cosas en su totalidad.

 

Simhika la devoradora de sombras, nos recuerda el poder del pensamiento positivo.

 

Simhika podía adoptar cualquier forma, adoptó la forma de la mente de Hanuman para atraer su sombra. Él descubre que el demonio es capaz de atraer los malos pensamientos y decide convertir su mente para tener buenos pensamientos y acabar con Simhika. Cuando la sensación de fatalidad nos embarga, cambiar el curso de nuestros pensamientos más fatalistas, nos ayuda a continuar caminando de una forma mucho más amable.

 

Por fin, la llegada a Lanka en medio de una hermosa e iluminada noche. Pero esta no es la meta. Una vez que llegas a la meta, hay que seguir buscando.

 

Hanuman nos recuerda que el yoga,

 

es un conjunto de técnicas que van a permitir alcanzar el lugar

 

donde se encuentra secuestrada la luz interior, que es Sita.

 

 

Mainaka, la tentación. Una montaña dorada en el ombligo del océano, Manipura Chakra, donde a veces la kundalini se asienta cuando es despertada. Es trabajo del sadhaka continuar con su ascenso en busca del siguiente peldaño en Anahata.

 

La humildad Hanuman se hace pequeño para entrar y salir de la boca de surasa.

 

Cuando comenzamos a indagar en nuestro sendero del yoga, en muchas ocasiones nos conviene ser austeros y humildes. No intentar acaparar grandes cualidades para vencer a los grandes obstáculos. Aceptar el lugar del camino en el que nos encontramos, no pretendiendo estar en un lugar diferente al que tal vez nos corresponde en este momento.

 

Los pensamientos positivos Simhika puede leer el pensamiento y perseguir nuestra sombra. Intenta detener a Hanuman atrapando su sombra. Es en la sombra donde se ocultan aquellas cualidades que poseemos, pero de las que no somos conscientes. Los malos pensamientos, las malas acciones pueden llevarnos al desastre. Ha cultivado una mente positiva y llena de amor y comienza a hacerse grande destruyendo a Simhika.

 

Así por fin, llega a Lanka donde Ravana, el ego, mantiene oculta a Sita, nuestra luz interior.

Lanka simboliza un lugar de liberación, Moksha.

Hanuman representa Utsaha, el entusiasmo, el celo.

 

Tal y como te comento al inicio de esta página, cuando la presento; gran parte de la información que contienen estos artículos está sacada de diferentes páginas web y libros. Te pongo a continuación dos link que pueden ser de tu interés y en los que se desarrolla esta historia que te cuento.

También decirte que esta historia la recibí por primera vez en clase de yoga con Susana García Blanco durante la formación de profesores de Yoga de Anusara yoga en Surya yoga Oiartzun.

http://www.dlshq.org/spanish/esencia_del_ramayana_sp.htm

https://laisladelyoga.com/el-gran-salto-de-hanuman-el-yoga-como-via-para-encontrar-la-luz/